OCHO CONTRA ONCE
En la mente esta el recuerdo y
jamás se olvidara,
de aquel ocho contra once
que siempre perdurará.
Ocho estrellas que brillaron
y están en nuestra retina,
con esa gracia divina
que hay en los peñarolenses.
Fue un clásico disputado a pura
vergüenza y diente,
y aún recuerdo que se siente
el cantar en las tribunas.
Con una línea de cuatro
aguantando el temporal
y adelante tres aviones
imposibles de parar.
Los que quieran aprender
jugar a lo Peñarol,
tendrán que saber primero
que es como tocar el sol.
En la mente esta el recuerdo y
jamás se olvidara,
de aquel ocho contra once
que siempre perdurará.
Ocho estrellas que brillaron
y están en nuestra retina,
con esa gracia divina
que hay en los peñarolenses.
Fue un clásico disputado a pura
vergüenza y diente,
y aún recuerdo que se siente
el cantar en las tribunas.
Con una línea de cuatro
aguantando el temporal
y adelante tres aviones
imposibles de parar.
Los que quieran aprender
jugar a lo Peñarol,
tendrán que saber primero
que es como tocar el sol.
MUCHACHA CARBONERA
Muchacha “carbonera” sentimiento “manyita”.
Te soñé de mi mano caminando entre flores de exquisita fragancia,
En un mundo distinto, un mundo de ternura, de paz, de cariño,
donde el viento hace música al jugar con los pinos,
donde siempre es verano donde no existe el frío
y los niños felices jugando bajo el sol,
vistiendo los colores de nuestro Peñarol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario